Los entierros más raros y extravagantes de famosos

Es cierto que muchos famosos tienen sus rarezas, pero no son tantos los que se llevan estas extravagancias a la tumba. Veamos algunos de los entierros más raros y extravagantes de famosos.

Roald Dahl
El autor del libro para niños Charlie y la fábrica de chocolate vivió el chocolate tanto en su arte como en su vida. Así que no es de extrañar que él fuese enterrado con chocolate (así como con una botella de Borgoña, pistas de billar, lápices y una sierra eléctrica).

Los entierros más raros y extravagantes de famosos


Harry Houdini
El famoso mago y artista del escapismo fue enterrado con la cabeza apoyada en un paquete de cartas de su amada madre, Cecilia Weiss. El ataúd de Houdini era un modelo de bronce sólido especialmente diseñado con un revestimiento interior herméticamente sellado que había utilizado bajo el agua en uno de sus exhibiciones de escapismo. Era su deseo expreso ser enterrado en este ataúd.


Bela Lugosi

El intérprete más famoso de Drácula tanto en el escenario de Broadway como en la pantalla de Hollywood, el actor húngaro Bela Lugosi, pasó gran parte de su carrera en los ataúdes. En 1956, cuando el Lugosi casi olvidado murió de un ataque del corazón, lo pusieron a descansar en su último ataúd con la capa negra que lo caracterizaba en sus interpretaciones.


Frank Sinatra
El cantante de "My Way" fue enterrado a su manera, con una botella de whisky de Jack Daniel, un paquete de cigarrillos de Camel, un encendedor Zippo y un dólar en monedas de diez centavos. Realmente fue enterrado con sus mejores compañeros dentro y fuera del escenario.

Andy Warhol
El artista pop y cineasta fue enterrado agarrando una botella de perfume de Estee Lauder. Sin duda, un gesto que responde a lo que escribió en La Filosofía de Andy Warhol: De A a B y de nuevo, "Me encanta usar perfume".


McLaren
McLaren del conocido grupo musical los Sex Pistols quiso seguir marcando diferencias en su estilo el día de su funeral. Para ello un extravagante ataúd fue llevado a través de las calles del centro de Londres en un tradicional carro tirado por caballos. Además, sus familiares y amigos cantaron durante este peculiar duelo la canción “You Need Hands" de Max Bygraves. Todo esto acompañado con más de 200 personas bailando y alzando sus manos. Sin olvidar que el ataúd llevaba escrito por fuera las siguientes palabras: "demasiado rápido para vivir demasiado joven para morir".


Arch West
El creador de los famosos aperitivos Doritos murió a los 97. Nada raro si no fuese porque su familia solicitó rociar al difunto con nada menos que con… Doritos. Tan singular despedida incluyó cubrir el suelo en torno a la tumba con los conocidos snacks. Lo que no quedó claro es si fue una petición expresa de Arch West o simplemente un tributo de su familia.




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